Eka pada rajakapotasana, o también conocida como la “postura de la paloma” es una asana de extensión de espalda y apertura de caderas de nivel avanzado, que requiere de una cierta flexibilidad y movilidad si queremos conseguir la postura en su versión final.
Lo que hace complicada esta postura es la cantidad de partes del cuerpo que deben estar bien trabajadas y flexibles:
Apertura de caderas.
Para poder colocar las piernas y las caderas bien dirigidas al frente es necesario hacer previamente un buen trabajo de caderas para colocar bien la base de nuestra postura.
Extensión de espalda
Nuestra columna debe tener cierta flexibilidad para poder realizar un buen arco de la espalda en la versión final de la asana y poder cogernos el pie.
Apertura de pecho y rotación de hombros
Tanto si queremos realizar una variante, como si queremos llegar a la asana final y coger con nuestras manos el empeine es importante tener una buena apertura de pecho y rotación de hombros para que lleguemos a alcanzar nuestro pie.
Como ves, no es una asana fácil de conseguir, pero no te preocupes, existen muchas variantes más sencillas para ir practicando poco a poco.
Lo más importantes es que siempre mantengas tus caderas bien alineadas, con las crestas ilíacas mirando al frente y lleves una respiración fluida que te permita ir entrando poco a poco en la postura.
Beneficios a nivel físico
Estiramos una gran cantidad de músculos de nuestro cuerpo: psoas, abdomen, hombros, pecho y cuello.
Fortalece y extiende toda la columna vertebral.
Abre los hombros y el pecho.
Alivia el dolor ciático.
Beneficios a nivel emocional
Las emociones negativas y el estrés se acumulan en nuestras caderas, creando tensión y rigidez. Con esta asana conseguimos trabajar la apertura de caderas, la cual nos hará liberar esas energías y sentimientos negativos.
Nos vemos en la esterilla.
Namasté.