Si pensamos en una clase de Yoga nos viene a la cabeza una secuencia de asanas (posturas) y movimientos, normalmente dinámica, en la que ejercitamos todos los músculos y parte de nuestro cuerpo.
Todos estos “ejercicios” nos pueden ayudar a mejorar nuestra salud, nuestro cuerpo físico, nuestra flexibilidad, fuerza… pero en la antigüedad, ¿cuál era la finalidad de la práctica de asanas?
Antiguamente, la práctica de yoga en muy pocas ocasiones incluía asanas o movimiento de nuestro cuerpo. Según el Hatha Yoga Pradipika (uno de los textos más antiguos dónde se describe el Hatha Yoga) solamente se conocían unas 15 asanas. La práctica iba enfocada al trabajo meditativo. Con el tiempo, los nuevos textos han ido ampliando el número de asanas.
Realmente, el propósito de la práctica de yoga es entrar en un estado meditativo para llegar a la claridad y la liberación. Por tanto, el propósito de realizar una clase llena de asanas dinámicas es alcanzar un cuerpo saludable y fuerte que permita al yogui meditar durante muchas horas.
Si nuestro cuerpo no está sano, si tenemos dolencias, si no está bien ejercitado, nos va a resultar imposible permanecer durante horas sentados en la postura de meditación (siddhasana), ya que cada dos por tres tendremos la necesidad de movernos y además estaremos centrados en qué parte del cuerpo se me ha dormido, en cómo me duele la espalda… y todo ello va a perturbar el enfoque en la meditación, ya que estaremos pendientes de todo lo externo.
Por tanto, la finalidad real de practicar posturas en Yoga es alcanzar un cuerpo saludable para poder permanecer durante horas en la postura de meditación sin que nuestra mente se vaya a ninguna parte, sin distracciones. Se dice que una vez hayas conquistado la postura de Siddhasana, el resto de asanas no sirven para nada.
La evolución de las posturas a lo largo del tiempo ha ido alejando la práctica de asana de su estilo original, en el que se mantenían posturas sentadas durante mucho tiempo para llevar una práctica meditativa profunda.
Obviamente, en la actualidad el estilo y el ritmo de vida es totalmente diferente al que se tenía hace miles de años, por eso lo más habitual hoy en día es encontrar clases de Yoga muy dinámicas dónde la asana es la principal protagonista.
Con este post simplemente quería que conocieses la finalidad real de las posturas en Yoga, y que el yoga es mucho más que conseguir y hacer posturas bonitas.
Feliz semana.
Namasté.