noviembre 2021

Avanzar en Yoga

paschimottanasana

Cuando un alumno empieza a practicar yoga, ya sea para mejorar en su aspecto físico, reducir el estrés, o simplemente aliviar dolores o molestias, se les suele guiar para que gran parte de su atención esté enfocada en la forma de las posturas que intentan hacer en clase. Empezar por lo más tangible, por el cuerpo, es una vía de entrada habitual en los inicios de la práctica de yoga.

A medida que se va progresando, que se van eliminando las distracciones y que el alumno mejora en su aspecto físico y postural, la mayor parte de estos alumnos empiezan a interesarse por el lado más profundo del yoga. Esta parte está relacionada con lo más sutil, aquello que encontraremos si observamos de manera relajada y consciente. Es en este momento cuando consigues que la parte más profunda del yoga empiece a entrar en tu vida.

Prestar atención a tu respiración, encontrar la relajación a través de ella, fluir con el movimiento, notar las sensaciones físicas y las emociones de tu cuerpo, permanecer en el momento presente, observar tu interior… todo esto forma parte del Yoga.

Toda esta unión de cuerpo y mente nos llevará a un equilibrio total, a una felicidad plena y consciente, al despertar espiritual.

Actualmente, sobre todo en el mundo occidental, las asanas han acaparado todo el protagonismo, pero la práctica de yoga es mucho más que la ejecución de posturas. La práctica de yoga incluye la respiración, la meditación, el conocimiento de los mudras, la introspección, la conciencia de tu cuerpo, vivir el momento presente… y encontrar una paz mental y espiritual que muchos desean para su vida.

Puede que hayas empezado a practicar yoga meramente por un tema físico. Puede que solo te interese la parte física de esta filosofía, pero puede también que a medida que has ido practicando tengas la necesidad de ir más allá, de no quedarte solo en lo palpable, en lo físico. Es aquí cuando tu yo interior siente la necesidad de sumergirse de lleno en esta filosofía y en este mundo tan mágico del yoga, y esto es avanzar en Yoga.

Si estás experimentando esta sensación, si quieres avanzar y aprender más sobre esta maravillosa disciplina te recomiendo leer “Los yoga sutras de Patánjali”, un texto que todo practicante yogui debería leer en algún momento de su vida.

¿Te atreves a meterte de lleno en el mundo yogui?

Namasté.

El ego en la práctica de Yoga

ustrasana

“Cómo practicamos es mucho más importante que qué practicamos”.

En muchas ocasiones en la práctica de Yoga, muchos alumnos quieren llegar a hacer posturas muy avanzadas y difíciles, aunque su cuerpo no esté preparado. En este caso el ego es quien domina la situación. Todos hemos pasado por este proceso. Queremos conseguir esa postura tan difícil, sin muchas veces ser conscientes que lo único que nos puede traer son dolencias y lesiones.

La finalidad del Yoga no es conseguir hacer la asana (postura) más enrevesada, sino crear consciencia de nuestro cuerpo y usar el yoga como una herramienta para conectar con nuestro cuerpo y nuestro interior.

Cada persona somos un mundo. Cada cuerpo tiene sus características y no todos vamos a poder realizar lo mismo. No dejes que el ego sea quien esté al mando en tu práctica de asanas en yoga.

Obsérvate y adapta la práctica a tu condición. No vas a ser un yogui más avanzado por conseguir hacer la asana más difícil. Serás un yogui avanzado cuando aprendas a respirar dentro de la postura, a autocorregirte, y a estar cómodo dentro de la asana. Cómodo, que te permita respirar, que te permita avanzar y te permita meditar dentro de ella, sin estar deseando desmontar porque te tira o se te ha dormido alguna parte del cuerpo.

Yoga no es una competición, es una práctica interior, para ti.

Debemos aprender a vivir con humildad y libres de ego.

Namasté

Cris

Salir de la zona de confort

montaña

Salir de la zona de confort siempre implica cambio. Supone lanzarse a la aventura sin saber si la decisión será un fracaso o será la mejor decisión que hayamos tomado nunca.

Hay personas a las que les atraen los cambios. Les encanta lo nuevo, lo diferente, experimentar, cambiar. Pero, por el contrario, a muchas otras les cuesta salir de su rutina, de lo conocido.

¿Por qué tenemos miedo al cambio?

Está demostrado que la rutina nos trae calma y tranquilidad. Tener controlados nuestros días, nuestras vidas: esto nos hace sentir seguros.

Lo desconocido da miedo. No sabemos si ese cambio puede ser a mejor o a peor, si ese cambio nos llevará a perder algo en lo que ahora mismo nos sentimos a gusto. Nos da miedo porque pensamos en el futuro, en qué pasará, y no dejamos que el aquí y el ahora se apodere de nosotros.

Y no nos equivoquemos, nos cuesta salir de este estado de comodidad, nos conformamos. Nos conformamos con lo que tenemos, y la comodidad está bien, pero también puede jugar en nuestra contra y hacer que no veamos de lo que realmente podemos ser capaces.

¿Y si nos equivocamos?

No pasa nada. Para eso hemos venido a este mundo. Para probar, para experimentar, para equivocarnos y volver a empezar, para lanzarnos.

Cuando te sientas en una situación así medítalo bien. No proyectes el cambio en el futuro, en qué puede pasar… porque nunca sabes qué puede pasar.

Si algo nos enseña el Yoga es a ser conscientes del momento presente, de estar aquí y ahora, de vivir justo el momento en el que nos encontramos. Solo existe el ahora. Nadie sabe lo que pasará después, así que si te planteas salir de tu zona de confort piensa en lo que ahora te hace tomar esa decisión y que no sea el futuro incierto el que te frene.

Y tú, ¿te atreves a salir de tu zona de confort?

Namasté

Cris.

Ritmos circadianos

ritmos circadianos

Nos encontramos en pleno otoño y este fin de semana hemos iniciado el cambio de hora, dónde podemos observar muchos cambios en la naturaleza y en nuestros hábitos y rutinas.

El sueño y el descanso forman una parte muy importante de nuestro bienestar físico y mental. El buen descanso es esencial y puede que este cambio, aunque solo sea de una hora, nos afecte.

Pero en este post te voy a dar algunos consejos para que puedas llevarlo lo mejor posible y sepas adecuarlo a tu día a día.

Ritmos circadianos

Empezamos hablando un poco de los ritmos circadianos.

Somos seres de luz, y funcionamos con el sol. Los ritmos circadianos son cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo diario y que responden a la luz y la oscuridad (día/noche). La principal señal que influye en nuestro ritmo circadiano es la luz solar.

Estos son quienes determinan nuestro patrón de sueño: durante el día, con la luz de sol, es momento de estar despiertos, de realizar nuestras actividades, nuestro trabajo, pero cuando el sol se esconde es momento de parar, de bajar el ritmo e ir introduciendo los hábitos de sueño.

Esto puede sonar a locura si tenemos en cuenta que a las 18h ya es de noche y muchos seguimos en nuestro trabajo hasta unas horas más tarde. Es complicado seguir a rajatabla este tipo de rutina (no me voy a ir a dormir a las 19h si termino de trabajar a las 20h, por ejemplo).

Aún así, podemos intentar amoldar nuestras rutinas para que este cambio de hora afecte lo menos posible a nuestra higiene de descanso.

Luz y oscuridad

Como ya he comentado los ritmos circadianos son quienes determinan nuestro patrón de sueño. Estamos diseñados para estar activos durante el día y descansar durante la noche.

Cuando es de día, cuando hay luz, esta es recibida por el hipotálamo y llega a nuestro cerebro, mandándonos la señal de que es de día y debemos mantenernos despiertos.

De lo contrario, cuando el sol se esconde y hay menos luz nuestro cuerpo empieza a producir melatonina (hormona del sueño), nos empieza a entrar somnolencia y prepara nuestro cuerpo para irnos a dormir.

Por eso es normal que durante las siguientes semanas al cambio de hora sientas que quizá a las 7 de la tarde estás agotado y necesites bajar el ritmo: tu cuerpo reacciona a tu ritmo circadiano avisando al cuerpo de que no hay luz y es hora de empezar tu rutina de descanso.

Rutina de sueño

Si eres de los que el cambio de hora le afecta a nivel físico y mental puedes tratar de incorporar esta rutina.

1. Despertarse con la salida del sol. Intenta despertarte al mismo tiempo que el sol sale. Te ayudará a seguir su mismo ritmo.

2. Exponte a la luz solar al menos 30 minutos. Nada más despertarnos sería ideal exponernos durante un rato a la luz solar, así nuestro cerebro recibirá esta señal y nos preparará para la actividad del día, quitándonos esa “pereza” que muchas veces tenemos por las mañanas y activando nuestro cuerpo llenándolo de energía.

3. Realiza ejercicio físico durante 30-60 minutos al día. Es muy importante realizar ejercicio físico a diario, esto ayuda al descanso ya que aumenta la relajación corporal y mental y reduce el estrés. Practicar un yoga suave por la mañana puede activarte y prepararte para el día, así como realizar una práctica un rato antes de dormir te ayudará a conciliar mejor el sueño.

4. No tomar cafeína después de las 14:00h. La cafeína suele permanecer en nuestro organismo unas 6-8 horas. Evita tomar café/té después de la comida.

5. Evitar la exposición a las pantallas 1 hora antes de dormir. La luz azul artificial y ultravioleta de las pantallas hace que nuestro cuerpo no empiece bien su proceso de sueño, afectando a nuestro ciclo biológico. Nuestro cerebro detecta la luz de la pantalla y no reconoce que es de noche, pudiendo provocarnos insomnio. Aprovecha ese tiempo para leer un libro, meditar, escribir, organizarte el día siguiente…

6. Mantén la habitación a una temperatura fresca y sin ninguna luz que pueda entrar en ella. La luz puede estimular el cortisol y dificultar el sueño.

7. No te vayas a dormir justo después de cenar. Intenta que tu cena sea ligera y que haya una diferencia de tiempo de una hora y media/dos horas, para que la digestión procese adecuadamente y no influya en tu descanso.

8. Intenta ir a dormir siempre a la misma hora. Al igual que al despertarte, esto hace que nuestro cuerpo se acostumbre a una buena rutina de sueño-vigilia.

Acepta los cambios

Hay personas a las que este cambio de hora les afecta bastante, sobre todo en su estado de ánimo. Es importante aceptar los cambios. El otoño-invierno es una época de recogimiento, de conectar con nuestro interior, de observar hacia adentro. Es una época para estar con nosotros mismos y comprender que esto forma parte del cambio. Saber abrazar los cambios nos hará disfrutar de todas las cosas maravillosas que nos aporta la naturaleza.

Intenta integrar estás pequeñas rutinas, practica yoga, medita, disfruta de pasar tiempo contigo mismo y sobretodo disfruta de los cambios de esta estación que para mi, es maravillosa.

Namasté.

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