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YAMAS

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Dentro de los 8 pasos del yoga nos encontramos con los Yamas. Este es el primer paso del yoga, y lo podríamos definir como una serie de códigos éticos y morales, por los cuales se rigen todos los practicantes de yoga. Para entenderlo, serían como los pasos o normas que un yogui debería seguir y tener en cuenta en su práctica.

AHIMSA

El primer yama es ahimsa. Ahimsa significa no-violencia o no causar daño. No solo no-violencia hacia los demás, sino también hacia nosotros mismos y el respeto hacia la vida.

Este daño o esta no violencia se refiere tanto a nivel físico como a nivel emocional y psicológico.

Si nos centramos en la parte física se traduciría en no maltratar, pegar o matar a otras personas y seres vivos, así como tampoco hacernos daño físico a nosotros mismos. Un ejemplo de esto última sería en nuestra práctica de yoga cuando queremos realizar una postura de la que no estamos preparados ni tenemos la fuerza ni la flexibilidad, pero nos empeñamos en realizarla y como consecuencia de ello nos hacemos daño o lesionamos.

A nivel emocional no causar daño con palabras, pensamientos, gestos o actitudes, hacia los demás, así como también hacia nosotros mismos.

Ahimsa se relaciona con estar en paz con todo aquello que nos rodea, dotándolo de amor.

SATYA  

El segundo yama es Satya que se traduce en verdad, en no mentir. Este yama busca ser honesto con uno mismo y con los demás, a través de los pensamientos y las actitudes. Comunicarse con sinceridad, para conseguir que todo lo que pensamos, hacemos y decimos esté en armonía.

ASTEYA

El tercer yama hace referencia a no robar. No poseer aquello que no es nuestro, aquello que no nos pertenece. Este concepto no solo hace referencia a cosas materiales, sino también a cosas menos tangibles como los pensamientos, ideas, información…

Este yama nos hace reflexionar sobre la práctica de la no posesión, ser capaces de encontrar la felicidad en aquello que tenemos sin necesidad de querer algo que no nos pertenece.

BRAHMACHARYA

El penúltimo yama nos invita al autocontrol, sin reprimirnos, sino en el sentido de moderación. En definitiva, sería encontrar el punto intermedio, ya que tanto el exceso de algo como la carencia de ello siempre resultará algo negativo.

Este yama nos habla de hacernos responsables y hacer un uso adecuado de nuestra energía. Podemos diferenciar entre el autocontrol físico (comer, dormir, beber, sexo) y autocontrol emocional (controlar pensamientos, emociones, ego). Encontrar el equilibrio es la clave.

APARIGRAHA

El quinto y último yama hace referencia a la no posesión, no poseer cosas innecesarias, practicar el desapego.

Cuando hacemos uso de todo aquello que nos brinda nuestro alrededor de una manera adecuada sin buscar ser posesivos con ello, sin buscar esa dependencia emocional, deja de ejercer un poder sobre nosotros y de conducirnos a una identidad falsa.

Si por el contrario, cada vez nos volvemos más posesivos, siempre querremos aferrarnos a lo nuestro y a intentar conseguir más. La práctica del desapego en este yama es muy importante. Vivir sin excesos, sin cosas innecesarias, sin aferrarse a bienes materiales ni emocionales.

Llevar a la práctica todas estos actitudes parece tarea fácil, pero es un proceso largo que conlleva trabajo, disciplina, y lo más importante, estar acorde siempre con aquello que piensas y quieres.

Namasté.

Los 8 pasos del Yoga

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En los Yoga sutras de Patanjali, se habla de las 8 ramas o los 8 pasos del yoga. Esto hace referencia a una serie de conductas o pasos sobre cómo vivir una vida plena y alcanzar el propósito y estado de conciencia plena. 

¿Cuáles son los 8 pasos del Yoga?

YAMAS

El primer paso serían los yamas. Podríamos definir yamas como una serie de códigos o normas éticas y morales que se centra en cómo nos comportamos en nuestra vida interpersonal. Se consideran las reglas morales que permiten al yogui estar en armonía con su entorno y consigo mismo. Podemos encontrar 5 principios o códigos morales:

AHIMSA (no causar daño)

SATYA (no mentir)

ASTEYA (no robar)

BRAHMACHARYA (autocontrol)

APARIGRAHA (no desear riquezas)

En el siguiente post puedes encontrar más información sobre cada tipo de Yama.

NIYAMAS

Es el segundo paso del yoga y también está formado por una serie de normas pero, a diferencia de los yamas, son códigos individuales relacionados con el yo interior y no tanto con las relaciones con la sociedad y nuestro entorno. Podemos distinguir también 5 tipos de niyamas:

SAUCHA (pureza): Luchar por la pureza o limpieza del cuerpo, la mente y el medio ambiente.

SANTOSHA (alegría): Cultivar un estado de gratitud y alegría. Sentirse satisfecho con lo que se tiene, aceptar las cosas como son en cada momento mostrando una actitud positiva.

TAPAS (perseverancia): Esfuerzo por conseguir lo que queremos. Hace referencia al esfuerzo, a ser constantes para alcanzar los logros.

SVADHYAYA (auto-estudio): Estudio de los textos sagrados y libros de yoga, para comprender los principios básicos de esta filosofía.

ISHVARAPRANIDHANA (devoción): Llevar nuestro foco hacia lo “divino” en lugar de hacia objetos materiales.

ASANA

Este seguramente sea el paso más conocido si has practicado yoga alguna vez. Asana hace referencia a lo físico, al cuidado de nuestro cuerpo a través de las posturas. Queremos alcanzar un cuerpo saludable para poder así mantener también una mente saludable.

PRANAYAMA

El siguiente paso hace referencia a la respiración, a la energía, a todas aquellas técnicas que nos van a permitir alcanzar el dominio de la respiración, buscando la conexión entre cuerpo y mente. El pranayama se puede practicar de manera aislada a través de diferentes técnicas, pero también se utiliza durante la práctica de yoga en asana.

PRATYAHARA

Llevar los sentidos hacia adentro. Una vez dominados los códigos morales (yamas y niyamas), las posturas (asanas) y la respiración (pranayama) el siguiente paso a seguir es mirar hacia adentro. Este paso hace referencia a ser capaz de aislarte de todos los estímulos externos y llevar la mirada hacia tu interior, para llevar toda la atención a la concentración (Dharana) y encontrar un mayor control de la percepción y la conciencia.

DHARANA

Como ya he dicho, la práctica del paso 5 (pratyahara) lleva a la concentración (dharana). Una vez nos hemos despegado de todos esos estímulos y distracciones externas, nuestra atención sobre un objeto concreto se vuelve más fácil. El objetivo es enfocar los procesos mentales en una única dirección. Este paso será importante para el trabajo de la meditación.

DHYANA

Este paso hace referencia a la meditación. Puede que el paso anterior (concentración) sea similar a este paso, pero existe una diferencia entre ellos: en la meditación hay una conciencia mayor, hay un estado de quietud. En este paso la concentración se vuele regular y continua.

SAMADHI

Es el último paso del yoga. Cuando has conseguido dominar los 7 pasos anteriores podrás alcanzar un estado de iluminación. La meta final de un yogui es alcanzar Samadhi, siendo este un estado de conciencia y espiritualidad. Este estado solo se consigue cuando el practicante, durante la meditación, se desprende del yo y se fusiona con el universo.

Es una disciplina estricta que requiere de un gran compromiso, y son muy pocas las personas que pueden alcanzar la iluminación, Samadhi.

Avanzar en Yoga

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Cuando un alumno empieza a practicar yoga, ya sea para mejorar en su aspecto físico, reducir el estrés, o simplemente aliviar dolores o molestias, se les suele guiar para que gran parte de su atención esté enfocada en la forma de las posturas que intentan hacer en clase. Empezar por lo más tangible, por el cuerpo, es una vía de entrada habitual en los inicios de la práctica de yoga.

A medida que se va progresando, que se van eliminando las distracciones y que el alumno mejora en su aspecto físico y postural, la mayor parte de estos alumnos empiezan a interesarse por el lado más profundo del yoga. Esta parte está relacionada con lo más sutil, aquello que encontraremos si observamos de manera relajada y consciente. Es en este momento cuando consigues que la parte más profunda del yoga empiece a entrar en tu vida.

Prestar atención a tu respiración, encontrar la relajación a través de ella, fluir con el movimiento, notar las sensaciones físicas y las emociones de tu cuerpo, permanecer en el momento presente, observar tu interior… todo esto forma parte del Yoga.

Toda esta unión de cuerpo y mente nos llevará a un equilibrio total, a una felicidad plena y consciente, al despertar espiritual.

Actualmente, sobre todo en el mundo occidental, las asanas han acaparado todo el protagonismo, pero la práctica de yoga es mucho más que la ejecución de posturas. La práctica de yoga incluye la respiración, la meditación, el conocimiento de los mudras, la introspección, la conciencia de tu cuerpo, vivir el momento presente… y encontrar una paz mental y espiritual que muchos desean para su vida.

Puede que hayas empezado a practicar yoga meramente por un tema físico. Puede que solo te interese la parte física de esta filosofía, pero puede también que a medida que has ido practicando tengas la necesidad de ir más allá, de no quedarte solo en lo palpable, en lo físico. Es aquí cuando tu yo interior siente la necesidad de sumergirse de lleno en esta filosofía y en este mundo tan mágico del yoga, y esto es avanzar en Yoga.

Si estás experimentando esta sensación, si quieres avanzar y aprender más sobre esta maravillosa disciplina te recomiendo leer “Los yoga sutras de Patánjali”, un texto que todo practicante yogui debería leer en algún momento de su vida.

¿Te atreves a meterte de lleno en el mundo yogui?

Namasté.

El ego en la práctica de Yoga

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“Cómo practicamos es mucho más importante que qué practicamos”.

En muchas ocasiones en la práctica de Yoga, muchos alumnos quieren llegar a hacer posturas muy avanzadas y difíciles, aunque su cuerpo no esté preparado. En este caso el ego es quien domina la situación. Todos hemos pasado por este proceso. Queremos conseguir esa postura tan difícil, sin muchas veces ser conscientes que lo único que nos puede traer son dolencias y lesiones.

La finalidad del Yoga no es conseguir hacer la asana (postura) más enrevesada, sino crear consciencia de nuestro cuerpo y usar el yoga como una herramienta para conectar con nuestro cuerpo y nuestro interior.

Cada persona somos un mundo. Cada cuerpo tiene sus características y no todos vamos a poder realizar lo mismo. No dejes que el ego sea quien esté al mando en tu práctica de asanas en yoga.

Obsérvate y adapta la práctica a tu condición. No vas a ser un yogui más avanzado por conseguir hacer la asana más difícil. Serás un yogui avanzado cuando aprendas a respirar dentro de la postura, a autocorregirte, y a estar cómodo dentro de la asana. Cómodo, que te permita respirar, que te permita avanzar y te permita meditar dentro de ella, sin estar deseando desmontar porque te tira o se te ha dormido alguna parte del cuerpo.

Yoga no es una competición, es una práctica interior, para ti.

Debemos aprender a vivir con humildad y libres de ego.

Namasté

Cris

Salir de la zona de confort

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Salir de la zona de confort siempre implica cambio. Supone lanzarse a la aventura sin saber si la decisión será un fracaso o será la mejor decisión que hayamos tomado nunca.

Hay personas a las que les atraen los cambios. Les encanta lo nuevo, lo diferente, experimentar, cambiar. Pero, por el contrario, a muchas otras les cuesta salir de su rutina, de lo conocido.

¿Por qué tenemos miedo al cambio?

Está demostrado que la rutina nos trae calma y tranquilidad. Tener controlados nuestros días, nuestras vidas: esto nos hace sentir seguros.

Lo desconocido da miedo. No sabemos si ese cambio puede ser a mejor o a peor, si ese cambio nos llevará a perder algo en lo que ahora mismo nos sentimos a gusto. Nos da miedo porque pensamos en el futuro, en qué pasará, y no dejamos que el aquí y el ahora se apodere de nosotros.

Y no nos equivoquemos, nos cuesta salir de este estado de comodidad, nos conformamos. Nos conformamos con lo que tenemos, y la comodidad está bien, pero también puede jugar en nuestra contra y hacer que no veamos de lo que realmente podemos ser capaces.

¿Y si nos equivocamos?

No pasa nada. Para eso hemos venido a este mundo. Para probar, para experimentar, para equivocarnos y volver a empezar, para lanzarnos.

Cuando te sientas en una situación así medítalo bien. No proyectes el cambio en el futuro, en qué puede pasar… porque nunca sabes qué puede pasar.

Si algo nos enseña el Yoga es a ser conscientes del momento presente, de estar aquí y ahora, de vivir justo el momento en el que nos encontramos. Solo existe el ahora. Nadie sabe lo que pasará después, así que si te planteas salir de tu zona de confort piensa en lo que ahora te hace tomar esa decisión y que no sea el futuro incierto el que te frene.

Y tú, ¿te atreves a salir de tu zona de confort?

Namasté

Cris.

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