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Salir de la zona de confort

montaña

Salir de la zona de confort siempre implica cambio. Supone lanzarse a la aventura sin saber si la decisión será un fracaso o será la mejor decisión que hayamos tomado nunca.

Hay personas a las que les atraen los cambios. Les encanta lo nuevo, lo diferente, experimentar, cambiar. Pero, por el contrario, a muchas otras les cuesta salir de su rutina, de lo conocido.

¿Por qué tenemos miedo al cambio?

Está demostrado que la rutina nos trae calma y tranquilidad. Tener controlados nuestros días, nuestras vidas: esto nos hace sentir seguros.

Lo desconocido da miedo. No sabemos si ese cambio puede ser a mejor o a peor, si ese cambio nos llevará a perder algo en lo que ahora mismo nos sentimos a gusto. Nos da miedo porque pensamos en el futuro, en qué pasará, y no dejamos que el aquí y el ahora se apodere de nosotros.

Y no nos equivoquemos, nos cuesta salir de este estado de comodidad, nos conformamos. Nos conformamos con lo que tenemos, y la comodidad está bien, pero también puede jugar en nuestra contra y hacer que no veamos de lo que realmente podemos ser capaces.

¿Y si nos equivocamos?

No pasa nada. Para eso hemos venido a este mundo. Para probar, para experimentar, para equivocarnos y volver a empezar, para lanzarnos.

Cuando te sientas en una situación así medítalo bien. No proyectes el cambio en el futuro, en qué puede pasar… porque nunca sabes qué puede pasar.

Si algo nos enseña el Yoga es a ser conscientes del momento presente, de estar aquí y ahora, de vivir justo el momento en el que nos encontramos. Solo existe el ahora. Nadie sabe lo que pasará después, así que si te planteas salir de tu zona de confort piensa en lo que ahora te hace tomar esa decisión y que no sea el futuro incierto el que te frene.

Y tú, ¿te atreves a salir de tu zona de confort?

Namasté

Cris.

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