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La meditación

meditar

La meditación es una parte indispensable del yoga. No se entiende la práctica de yoga sin la meditación.

Este es un proceso sencillo, pero no implica por ello que sea fácil. En la actualidad, estamos acostumbrados a trabajar y mejorar nuestra limpieza exterior y corporal. Nos preocupamos de tener unos buenos hábitos de higiene de nuestro cuerpo, pero la gran mayoría ni se ha planteado tener también el hábito de hacer una limpieza interior, una limpieza de mente.

A través de la meditación liberamos la mente de todo aquello que nos perturba en nuestro día a día. Meditar limpia el subconsciente de pensamientos negativos, de aquello que nos trae dolor y no nos deja avanzar.

Para entenderlo bien “la meditación hace a la mente lo que el sistema inmunológico al cuerpo: toma aquello que no le pertenece y lo hecha fuera”. (L.C.S.Khalsa. Kundalini yoga).

La ansiedad, la depresión, la tristeza, el dolor, la ira… todas estas emociones son negativas para nuestro cuerpo y nuestra mente, y no es lo natural, no es lo que debería ser.

La meditación no solo trae paz interior, también conlleva beneficios a nivel físico y a nivel emocional. Pero meditar solo depende de ti, nadie puede hacerlo por ti.

Hay muchísimas formas y técnicas de meditación. Todo el mundo puede, y debería, meditar. Las meditaciones guiadas son perfectas para iniciarte en el mundo de la meditación. Puede que al inicio no notes todos esos cambios o beneficios que te comento en este post, pero es como todo, con la práctica se consigue y con la práctica serás consciente de todos los avances.

Con la meditación te encontrarás en un estado de felicidad y plenitud. Capaz de tomarte las cosas del día a día de otra forma y seguir viendo la parte positiva, aunque ocurran sucesos negativos en tu vida.

La meditación te prepara para afrontar todas las complicaciones y para poder cambiar la manera en la que afrontamos y nos relacionamos con los desafíos de la vida.

Meditar te lleva a saber realmente quién eres y a moverte por el mundo con más libertad y seguridad.

Namasté.

Qué son los 108 saludos al sol

saludos al sol

Hoy día 21 de marzo en España se inicia la primavera. Una estación cargada de energía, vitalidad, que nos hace florecer, salir de nuestra hibernación y afrontar la nueva etapa con ganas. Damos paso al solsticio de primavera: dejamos una estación y nos adentramos en una nueva, recibiendo los cambios.

En el mundo yogui existe una costumbre de realizar 108 Surya Namaskar («Surya» significa sol, «namaskar» saludo) como un ritual justo para recibir este cambio. Es una forma de agradecer a la vida y al sol por su energía, por la vida y por la luz que nos ofrece y renovar las energías vitales.

Este ritual también se suele realizar en otros momentos como en el resto de cambios de estación, especialmente en verano, ya que coincide con el día internacional del yoga y además, también coincide con el día más largo del año, el día con más horas de sol. Es perfecta esta práctica para hacer un reset y recibir las nuevas estaciones con todos los cambios que nos ofrece.

108 saludos al sol

Se realizan 108 saludos al sol del tipo A. Es una práctica que puedes realizar completamente a tu ritmo, llevando tú misma la cuenta de los 108 con la ayuda de algunas bolitas, garbanzos, granos de café… que vas pasando de un cuenco a otro cada vez que terminas un saludo. Así no tendrás que preocuparte de ir contando y no te perderás.

Esta práctica también se puede realizar en grupo, pero el ritmo ya no será solo adaptado a ti. Lo bueno es que al compartir está práctica con otras personas te motivas más, compartes esas sensaciones, emociones y esa energía y además, tienes a un profesor o profesora que te está guiando y contabilizando los suryas y por tanto, solo te tienes que preocupar de fluir.

¿Por qué 108?

108 es considerado un número sagrado en la cultura hindú.

El número 1 representa a lo divino, Dios.

El número 0 representa el vacío.

El número 8 representa el infinito, lo eterno.

Además de esto, 108 tiene otros significados como que el diámetro del Sol es 108 veces el diámetro de la Tierra; en la astrología hay 12 casas y 9 planetas, y esto multiplicado por dos da 108; las letras del alfabeto en sánscrito (lengua de la India) son 54. Cada letra tiene su parte masculina y femenina por tanto da un total de 108; hay 108 formas de danza en la tradición India; los Japa Malas (rosarios tibetanos) tienen 108 cuentas…

Así podríamos encontrar muchas más referencias sobre el 108, por tanto, nos queda claro que para la cultura y la religión hindú el 108 es un número sagrado, y ya sabemos porqué se realizan 108 saludos al sol.

Todo yogui puede hacer los 108 saludos al sol.

Esta es una práctica intensa y, aunque 108 parezca muchísimo, no te agobies, la práctica la puedes adaptar a tu ritmo y realizar las variantes que necesites.

Una de las principales intenciones de realizar los 108 surya namaskar es poder conectar con nuestro interior y hacer de esto una práctica meditativa en movimiento.

Es una experiencia muy bonita. Te recargas de energía, te mueves, fluyes con la respiración y das la bienvenida a los cambios, para abrazar todas las nuevas experiencias que la vida te vaya trayendo.

“El yoga es un camino, una forma de vida, una elección diaria”.

Namasté.

Los 8 pasos del Yoga

paschima namaskarasana

En los Yoga sutras de Patanjali, se habla de las 8 ramas o los 8 pasos del yoga. Esto hace referencia a una serie de conductas o pasos sobre cómo vivir una vida plena y alcanzar el propósito y estado de conciencia plena. 

¿Cuáles son los 8 pasos del Yoga?

YAMAS

El primer paso serían los yamas. Podríamos definir yamas como una serie de códigos o normas éticas y morales que se centra en cómo nos comportamos en nuestra vida interpersonal. Se consideran las reglas morales que permiten al yogui estar en armonía con su entorno y consigo mismo. Podemos encontrar 5 principios o códigos morales:

AHIMSA (no causar daño)

SATYA (no mentir)

ASTEYA (no robar)

BRAHMACHARYA (autocontrol)

APARIGRAHA (no desear riquezas)

En el siguiente post puedes encontrar más información sobre cada tipo de Yama.

NIYAMAS

Es el segundo paso del yoga y también está formado por una serie de normas pero, a diferencia de los yamas, son códigos individuales relacionados con el yo interior y no tanto con las relaciones con la sociedad y nuestro entorno. Podemos distinguir también 5 tipos de niyamas:

SAUCHA (pureza): Luchar por la pureza o limpieza del cuerpo, la mente y el medio ambiente.

SANTOSHA (alegría): Cultivar un estado de gratitud y alegría. Sentirse satisfecho con lo que se tiene, aceptar las cosas como son en cada momento mostrando una actitud positiva.

TAPAS (perseverancia): Esfuerzo por conseguir lo que queremos. Hace referencia al esfuerzo, a ser constantes para alcanzar los logros.

SVADHYAYA (auto-estudio): Estudio de los textos sagrados y libros de yoga, para comprender los principios básicos de esta filosofía.

ISHVARAPRANIDHANA (devoción): Llevar nuestro foco hacia lo “divino” en lugar de hacia objetos materiales.

ASANA

Este seguramente sea el paso más conocido si has practicado yoga alguna vez. Asana hace referencia a lo físico, al cuidado de nuestro cuerpo a través de las posturas. Queremos alcanzar un cuerpo saludable para poder así mantener también una mente saludable.

PRANAYAMA

El siguiente paso hace referencia a la respiración, a la energía, a todas aquellas técnicas que nos van a permitir alcanzar el dominio de la respiración, buscando la conexión entre cuerpo y mente. El pranayama se puede practicar de manera aislada a través de diferentes técnicas, pero también se utiliza durante la práctica de yoga en asana.

PRATYAHARA

Llevar los sentidos hacia adentro. Una vez dominados los códigos morales (yamas y niyamas), las posturas (asanas) y la respiración (pranayama) el siguiente paso a seguir es mirar hacia adentro. Este paso hace referencia a ser capaz de aislarte de todos los estímulos externos y llevar la mirada hacia tu interior, para llevar toda la atención a la concentración (Dharana) y encontrar un mayor control de la percepción y la conciencia.

DHARANA

Como ya he dicho, la práctica del paso 5 (pratyahara) lleva a la concentración (dharana). Una vez nos hemos despegado de todos esos estímulos y distracciones externas, nuestra atención sobre un objeto concreto se vuelve más fácil. El objetivo es enfocar los procesos mentales en una única dirección. Este paso será importante para el trabajo de la meditación.

DHYANA

Este paso hace referencia a la meditación. Puede que el paso anterior (concentración) sea similar a este paso, pero existe una diferencia entre ellos: en la meditación hay una conciencia mayor, hay un estado de quietud. En este paso la concentración se vuele regular y continua.

SAMADHI

Es el último paso del yoga. Cuando has conseguido dominar los 7 pasos anteriores podrás alcanzar un estado de iluminación. La meta final de un yogui es alcanzar Samadhi, siendo este un estado de conciencia y espiritualidad. Este estado solo se consigue cuando el practicante, durante la meditación, se desprende del yo y se fusiona con el universo.

Es una disciplina estricta que requiere de un gran compromiso, y son muy pocas las personas que pueden alcanzar la iluminación, Samadhi.

Avanzar en Yoga

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Cuando un alumno empieza a practicar yoga, ya sea para mejorar en su aspecto físico, reducir el estrés, o simplemente aliviar dolores o molestias, se les suele guiar para que gran parte de su atención esté enfocada en la forma de las posturas que intentan hacer en clase. Empezar por lo más tangible, por el cuerpo, es una vía de entrada habitual en los inicios de la práctica de yoga.

A medida que se va progresando, que se van eliminando las distracciones y que el alumno mejora en su aspecto físico y postural, la mayor parte de estos alumnos empiezan a interesarse por el lado más profundo del yoga. Esta parte está relacionada con lo más sutil, aquello que encontraremos si observamos de manera relajada y consciente. Es en este momento cuando consigues que la parte más profunda del yoga empiece a entrar en tu vida.

Prestar atención a tu respiración, encontrar la relajación a través de ella, fluir con el movimiento, notar las sensaciones físicas y las emociones de tu cuerpo, permanecer en el momento presente, observar tu interior… todo esto forma parte del Yoga.

Toda esta unión de cuerpo y mente nos llevará a un equilibrio total, a una felicidad plena y consciente, al despertar espiritual.

Actualmente, sobre todo en el mundo occidental, las asanas han acaparado todo el protagonismo, pero la práctica de yoga es mucho más que la ejecución de posturas. La práctica de yoga incluye la respiración, la meditación, el conocimiento de los mudras, la introspección, la conciencia de tu cuerpo, vivir el momento presente… y encontrar una paz mental y espiritual que muchos desean para su vida.

Puede que hayas empezado a practicar yoga meramente por un tema físico. Puede que solo te interese la parte física de esta filosofía, pero puede también que a medida que has ido practicando tengas la necesidad de ir más allá, de no quedarte solo en lo palpable, en lo físico. Es aquí cuando tu yo interior siente la necesidad de sumergirse de lleno en esta filosofía y en este mundo tan mágico del yoga, y esto es avanzar en Yoga.

Si estás experimentando esta sensación, si quieres avanzar y aprender más sobre esta maravillosa disciplina te recomiendo leer “Los yoga sutras de Patánjali”, un texto que todo practicante yogui debería leer en algún momento de su vida.

¿Te atreves a meterte de lleno en el mundo yogui?

Namasté.

El ego en la práctica de Yoga

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“Cómo practicamos es mucho más importante que qué practicamos”.

En muchas ocasiones en la práctica de Yoga, muchos alumnos quieren llegar a hacer posturas muy avanzadas y difíciles, aunque su cuerpo no esté preparado. En este caso el ego es quien domina la situación. Todos hemos pasado por este proceso. Queremos conseguir esa postura tan difícil, sin muchas veces ser conscientes que lo único que nos puede traer son dolencias y lesiones.

La finalidad del Yoga no es conseguir hacer la asana (postura) más enrevesada, sino crear consciencia de nuestro cuerpo y usar el yoga como una herramienta para conectar con nuestro cuerpo y nuestro interior.

Cada persona somos un mundo. Cada cuerpo tiene sus características y no todos vamos a poder realizar lo mismo. No dejes que el ego sea quien esté al mando en tu práctica de asanas en yoga.

Obsérvate y adapta la práctica a tu condición. No vas a ser un yogui más avanzado por conseguir hacer la asana más difícil. Serás un yogui avanzado cuando aprendas a respirar dentro de la postura, a autocorregirte, y a estar cómodo dentro de la asana. Cómodo, que te permita respirar, que te permita avanzar y te permita meditar dentro de ella, sin estar deseando desmontar porque te tira o se te ha dormido alguna parte del cuerpo.

Yoga no es una competición, es una práctica interior, para ti.

Debemos aprender a vivir con humildad y libres de ego.

Namasté

Cris

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