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Aprende a dominar las asanas de equilibrio

Vasisthasana

Las posturas de equilibrio forman parte de una de las 6 exploraciones básicas del yoga. Aunque sean unas de las asanas que normalmente cuestan mantener al empezar a practicar yoga, es importante familiarizarnos con ellas y disfrutar de su ejecución.

La importancia de controlar el equilibrio

El equilibrio a nivel físico muchas veces representa como está nuestro equilibrio a nivel interno, a nivel emocional. A través de la práctica y del desarrollo de un buen equilibrio estamos adquiriendo estabilidad, tranquilidad, concentración, meditación, manejo de las emociones y espiritualidad.

Encontrar el equilibrio en la asana nos ayuda a controlar ciertas situaciones de nuestra vida y a ser más ecuánimes.

Tipos de asanas de equilibrio.

Las asanas de equilibrio más habituales son las de pie, pero también hay asanas de equilibrio en sentado, aunque están van acompañadas también de una fuerza de brazos, serían por tanto posturas de equilibrio sobre los brazos como bakasana, titibasana, astavakrasana

Bakasana. Asana de equilibrio de brazos.

Elementos esenciales del equilibrio

Los 3 elementos esenciales son la alineación, la fuerza y la atención.

Tener el cuerpo bien alineado es imprescindible para encontrar el equilibrio, de lo contrario nuestro cuerpo estará descompensado y será más fácil caer.

La fuerza nos permite buscar esa estabilidad, permanecer en la postura, enraizarnos con la tierra.

Por último, la atención hace que nos centremos en nuestro cuerpo, en nuestro equilibrio. Nos ayuda a mantener en todo momento la postura estable.

Practícalo en casa

Las posturas de equilibrio requieren una cierta concentración y un trabajo interior.

Te propongo que escojas una asana de equilibrio, la que más te guste. Primero, sitúate en Tadasana (de pie, con los pies juntos, brazos estirados al lado del cuerpo) cierra los ojos y lleva la atención a tu respiración. Toma unas 5 respiraciones largas y profundas para centrarte en el momento presente.

Ahora, abre los ojos y empieza a entrar en la postura, poco a poco, llevando toda la atención a tu apoyo en el suelo. Puedes llevar la mirada a un punto fijo para buscar estabilidad. Importante montar la postura con delicadeza, con control (no hay prisa). Centrándote solo en tu cuerpo. Busca la máxima concentración, ya que si montamos una asana de equilibrio rápido, sin control, lo más probable es que nos caigamos.

Es muy importante que la base sea firme y estable.

Todo éxito lleva detrás un trabajo que va a hacer posible obtener buenos resultados. Por ello adoptar una constancia, disciplina y buena actitud serán esenciales en el camino del yoga.

Namasté.

Cris.

Eka Pada Rajakapotasana

Eka pada rajakapotasana

Eka pada rajakapotasana, o también conocida como la “postura de la paloma” es una asana de extensión de espalda y apertura de caderas de nivel avanzado, que requiere de una cierta flexibilidad y movilidad si queremos conseguir la postura en su versión final.

Lo que hace complicada esta postura es la cantidad de partes del cuerpo que deben estar bien trabajadas y flexibles:

Apertura de caderas.

Para poder colocar las piernas y las caderas bien dirigidas al frente es necesario hacer previamente un buen trabajo de caderas para colocar bien la base de nuestra postura.

Extensión de espalda

Nuestra columna debe tener cierta flexibilidad para poder realizar un buen arco de la espalda en la versión final de la asana y poder cogernos el pie.

Apertura de pecho y rotación de hombros

Tanto si queremos realizar una variante, como si queremos llegar a la asana final y coger con nuestras manos el empeine es importante tener una buena apertura de pecho y rotación de hombros para que lleguemos a alcanzar nuestro pie.

Como ves, no es una asana fácil de conseguir, pero no te preocupes, existen muchas variantes más sencillas para ir practicando poco a poco.

Variante Eka Pada Rajakapotasana

Lo más importantes es que siempre mantengas tus caderas bien alineadas, con las crestas ilíacas mirando al frente y lleves una respiración fluida que te permita ir entrando poco a poco en la postura.

Preparatoria para Eka Pada Rajakapotasana

Beneficios a nivel físico

Estiramos una gran cantidad de músculos de nuestro cuerpo: psoas, abdomen, hombros, pecho y cuello.

Fortalece y extiende toda la columna vertebral.

Abre los hombros y el pecho.

Alivia el dolor ciático.

Beneficios a nivel emocional

Las emociones negativas y el estrés se acumulan en nuestras caderas, creando tensión y rigidez. Con esta asana conseguimos trabajar la apertura de caderas, la cual nos hará liberar esas energías y sentimientos negativos.

Nos vemos en la esterilla.

Namasté.

El Yin y el Yang en yoga

yin yang

Seguro que en muchas ocasiones has escuchado hablar del Ying y el Yang. Estos conceptos hacen referencia a dos energías opuestas que se necesitan y se complementan, no existe una sin la otra.

La energía Yin hace referencia a aquello interno, calmado, pasivo y frío.

Por el contrario, la energía Yang es aquello externo, dinámico, activo y cálido.

En yoga estamos constantemente equilibrando las energías Yin y Yang a través de la práctica.

Yin y Yang en yoga

Por un lado, la energía Yin la aplicamos en la práctica de meditación o relajación, o en asanas más pasivas, asanas en sentado, cuando nuestro cuerpo se va relajando a través de la respiración y del “no hacer”. Esta energía se trabaja constantemente en las clases de Yin Yoga o de yoga restaurativo.

Por otro lado, la energía Yang representa la fuerza y el movimiento, y está muy presente en las clases de yoga dinámico, como podrían ser las clases de Hatha Yoga, Ashtanga o Vinyasa.

Equilibrio entre el yin y el yang

En nuestra vida cotidiana, y sobretodo en el mundo occidental, nos movemos más por la fuerza yang que por la yin. Esa vida ajetreada, de estar siempre haciendo cosas, de no parar, nos trae un desequilibrio en nuestra vida que puede provocar estrés y problemas de salud. Por eso es importante encontrar el equilibrio entre ambas.

Nuestra vida dentro y fuera del mat

En mis clases de yoga intento siempre equilibrar estas dos energías, combinando una parte de la práctica más dinámica y activa, con otra parte más de recuperación, de relajación, para compensar esa fuerza Yang. Nos es bueno estar siempre en la energía Yang ni tampoco siempre en la Yin.

Por supuesto este equilibrio no solo se puede realizar dentro de nuestra esterilla, sino que podemos aplicarlo a todos los ámbitos de nuestra vida, para encontrar siempre ese punto de paz y armonía.

Namasté.

Natarajasana

natarajasana

Natarajasana (o también conocida como postura del bailarín) es, en la mitología hindú, la representación del Dios Shiva como el señor de la danza. Este personaje y su imagen es una de las más icónicas del arte y de la mitología hinduista.

Dios Shiva, el señor de la danza

Es una asana de equilibrio, que exige una buena movilidad de caderas y flexibilidad de hombros. Aunque la postura final de Natarajasana sea avanzada, existen variantes más sencillas para ir preparando nuestro cuerpo.

Beneficios físicos

Se estiran todos los músculos del pecho, hombros, cuádriceps y abdomen.

Das movimiento a la columna creando espacio entre las vértebras y flexibilidad en la espalda.

Mejora el equilibrio.

Beneficios energéticos

Buscando la estabilidad física encuentras la estabilidad mental.

Favorece el enraizamiento y la concentración.

Activa el tercer centro energético,  Manipura Chakra.

¿Qué necesito trabajar para conseguir Natarajasana?

Se necesita una buena flexibilidad en la columna, para conseguir arquear la espalda adecuadamente.

Es importante abrir el pecho y realizar una buena rotación de los hombros para coger el pie con las dos manos (en la postura final)

Trabajar el equilibrio es fundamental para tener estabilidad en la postura.

Seguramente algunos días puedas mantener perfecto tu equilibrio, pero otras esta estabilidad se ve más afectada y sientes que todo tu cuerpo se tambalea: esto es parte del baile, de tu baile.

A través de Natarajasana podemos ver como se encuentra nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestro estado de ánimo y nos ayuda a permanecer en el momento presente, en el aquí y ahora.

¿Te unes a este baile?

Namasté.

Flexión hacia adelante

Paschimottanasana

El post de hoy va dedicado a las asanas de flexión hacia adelante. Estas suelen ser unas posturas que a priori parecen necesitar mucha flexibilidad para poder realizarlas y llegar con nuestras manos al suelo o llegar a cogernos los pies. Y sí, estas asanas requieren de flexibilidad, pero otra parte muy importante es saber cómo colocarse para entrar en la postura correctamente.

¿Qué beneficios nos aporta?

A nivel físico, en estas posturas se alarga toda la parte posterior del cuerpo, estirando todos los músculos y creando espacio entre las vértebras, oxigenando nuestros discos intervertebrales. Además ayudan a masajear toda la zona abdominal, relajando los órganos y mejorando la digestibilidad.

A nivel emocional, son posturas que nos ayudan a la introspección y a la observación hacia nuestro interior, ayudando a conectar con nosotros mismos, reduciendo sensaciones de estrés y ansiedad, y aportando calma y claridad a nuestra mente.

¿Qué debo tener en cuenta a la hora de realizar estas asanas?

En primer lugar, debes ir con cuidado a la hora de realizarlas, ya que si no se hace de manera correcta o fuerzas la postura más de la cuenta puedes lesionarte la espalda baja, ya que tiras en exceso de la zona lumbar para ir hacia adelante y esto es un gran error.

Para entrar en la postura es importante en todo momento tener la espalda erguida, una espalda redondeada en estas asanas solo nos llevará a lesiones.

La cabeza siempre es lo último que baja. Para ello, es importante alargar el abdomen y meter el ombligo y las ingles bien hacia dentro y hacia atrás: nuestra intención es llevar el pecho y el abdomen hacia nuestros muslos y no la cabeza.

Los isquiones deben ir bien dirigidos hacia atrás (en las posturas en sentado) y hacia arriba (en las posturas de pie).

El movimiento en estas asanas nace desde la pelvis, es nuestra bisagra, la que nos permitirá ir hacia adelante.

La respiración debe ser fluida, larga y profunda. No retengas la respiración sino no podrás avanzar en la postura.

¿Por qué no llego a tocarme los pies?

Las flexiones hacia adelante no son nada fáciles. Requieren tener muchas zonas del cuerpo bien trabajadas y flexibles.

Seguro que (o bien has pasado por este momento o sigues en el proceso) al practicar Uttanasana quieres llegar con las manos al suelo, o en Paschimottanasana, que quieres llegar a coger tus pies, pero no puedes. Esto puede frustar, pero ¡no tengas prisa!

-Trabaja la movilidad de tu pelvis para que te ayude a realizar el movimiento desde esta articulación.

-Flexibiliza la parte posterior de tus piernas. Muchas personas tienen estos músculos acortados y les impiden hacer la flexión hacia adelante. Pero con la práctica todo llega.

Respira, fluye, y sumérgete en el mundo de las flexiones.

Uttanasana

Nos vemos en el mat.

Namasté.

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